Cuando por diferentes razones nos es más conveniente o práctico rentar algo en vez de comprarlo, debemos conocer todas las opciones que tenemos tanto en lo que vamos a rentar, como en las condiciones al hacerlo. Y si hablamos de condiciones, es indispensable conocer las diferencias entre leasing y renting para tomar la decisión que más nos favorezca de acuerdo a nuestras necesidades.
Para entender las diferencias entre leasing y renting es necesario primero conocer las funciones que comparten, para luego poder comprender las definiciones y cualidades de cada uno. Puesto que, aunque puedan parecer lo mismo, en realidad tienen una amplia gama de distinciones.
¿Qué son el leasing y el renting?
Ambos son sistemas o tipos de contratos en los que se hace uso de la propiedad mueble o inmueble perteneciente a un tercero natural o jurídico. Claro que, el propietario cede el uso de su bien, aun con todos los gastos y riesgos que esto conlleva, con el objetivo de recibir una retribución monetaria, por lo general, en forma de mensualidad.
Por tal, podemos decir que el objetivo del leasing y el renting son el mismo, pues en ambos haremos uso de un alquiler o arrendamiento. Sin embargo, la naturaleza de estos dos métodos es sumamente distinta una de la otra. En las secciones siguientes verás por qué.
¿De qué trata el leasing?
Ahora que hemos definido que el propósito de ambas formas es bastante semejante, podemos empezar a hablar de las diferencias entre leasing y renting. Para ello, empezaremos con el leasing.
¿Qué es el leasing?
Es una modalidad de arrendamiento que solo puede ser ejecutada por empresas o un trabajador independiente (también conocido como autónomo) para hacer uso de un bien mueble o inmueble. La característica más destacada del leasing es que al finalizar el contrato el arrendatario tendrá la posibilidad de adquirir el bien.
¿Por cuánto tiempo se arrienda?
Al hacer uso del leasing, se estipula en el contrato 2 años de arrendamiento como mínimo. Por lo general, contrato no puede ser revocado. Solo en última instancia podrá ser cancelado a cambio de una penalización no muy agradable.
¿Qué es la opción a compra?
Con esto nos referimos a la posibilidad de adquirir el bien por el valor residual previamente pactado en el contrato y así recuperar parte de la inversión. Esto, por supuesto, una vez que el contrato se haya finalizado.
¿Quién cubre los gastos?
Los gastos tanto de impuestos como mantenimiento, o arreglos inesperados, corren a cuenta del mismo arrendatario. Es importante mantenerlo en buen estado, puesto que, en caso de que al terminar el contrato se prefiera no ejecutar la compra del mueble o inmueble, el arrendador puede exigir un reintegro monetario. Esto con el fin de cubrir los gastos que deberá hacer para volver a dejar el bien en buen estado.
¿De qué trata el renting?
En el renting tendremos tanto ventajas como desventajas en cuanto al leasing. Por tal, una vez que terminamos de hablar del renting, quedarán claras las diferencias entre leasing y renting.
¿Qué es el renting?
Es una modalidad de alquiler a largo plazo, usualmente dirigida al alquiler de coches y demás medios de transporte, pues no está habilitada para el alquiler de ningún bien inmueble. Esta puede ser tomada tanto por empresas y autónomos como por personas naturales. Además, no tiene ningún tipo de opción a compra. Una vez finalizado el contrato, el coche deberá ser devuelto a su propietario.
¿Por cuánto tiempo de arrienda?
Generalmente, es utilizado para arrendar por varios años, aunque en realidad su mínimo suele establecerse en un año y su máximo en cinco años. Aunque como vemos, los plazos son distintos a los del leasing, tienen similitud en que en el renting el contrato tampoco no puede ser revocado sin ser penalizado.
¿Quién cubre los gastos?
Esta es una de las cualidades más llamativas del renting, pues todos los gatos de impuestos, mantenimiento, reparaciones, renovaciones, seguro, etc., van a cuenta de la persona o empresa propietaria del vehículo.
Conociendo las diferencias entre leasing y renting, ¿cuál es mejor?
Lamentablemente, definir uno como bueno y otro como malo es imposible. Pues, cada quien debe seleccionar el que más le convenga de acuerdo a sus planes. Por ejemplo, aunque las cuotas del renting, suelen ser más costosas, se estima que el ahorro anual, motivo de que propietario cubre los gastos, es de 15 %. Con el leasing, al poder acceder a la compra, se puede recuperar parte de todo lo invertido en los años del alquiler.
Por lo que, si lo que buscas menos responsabilidades, el renting puede ser lo más adecuado para ti. En cambio, si lo que buscas es una adquisición y recuperación a largo plazo, deberás irte por el leasing.
